viernes, 30 de diciembre de 2011

Cafe Heritage & Troubador

Los pianos no eran frecuentes en el ambiente del Folk de San Diego.
Los acordes que TW sacaba del teclado tenían un aire inconfundible que mezclaba sonidos Folk, Country, Nueva Orleáns, siendo su héroe Ray Charles.
En 1969 Waits trabo amistad con Francis Thumm, un pianista de formación clásica. Ambos solían sentarse en el piano y tocaban canciones de Gershwin, o cantaban a dúo canciones de los Doors al estilo de Frank Sinatra.


A mediados de los sesenta el Café Heritage se convertía en el local de folk más respetado de San Diego. Poco a poco ese ambiente lo fue seduciendo hasta que le proponen trabajar de portero en el Heritage y no lo piensa dos veces. Ganaba cinco dólares por noche.
A pesar de su vida nocturna, aún seguía haciendo algún que otro turno nocturno en Napoleone.

Una de las primeras novias serias de Tom fue una atractiva pelirroja que trabajaba de camarera en el Heritage, se llamaba Pam Bowles, era unos años mayor que él y tenía una hija. Ella hizo mucho para que Tom dejara de ser un portero para convertirse en un artista del Heritage.
En las noches flojas Waits exhibía su numero artístico y reunía mas gente fuera de la que había adentro escuchando la música.


Hasta que tuvo su oportunidad de cantar algunas canciones en los nuevos talentos del Heritage. Entre los clásicos de sus primeras noches estaban temas de Ray Charles, unas buenas imitaciones de Elvis Presley, Bob Dylan y un clásico country de Red Sovine “Big Joe and Phantom 409”.

Los concurrentes al Heritage estaban impresionados por la desenvoltura de Waits sobre el escenario, parecía como si estuviera en el salón de su casa.
Música perfecta, su voz y sus movimientos eran extraños pero el componente importante en aquellas actuaciones era el humor procaz.
De a poco se animó a tocar más de su propio material, casi todo lo que mas tarde sería su primer álbum Closing Time.

Durante el fin de semana del 20 y 21 de noviembre de 1970, Waits actuó en el Heritage con el nombre de “Thomas Waits” como telonero de un dúo llamado Michael Claire.
Waits empezó a componer canciones para piano con mas frecuencia hasta el punto de traerle un piano vertical viejo al Heritage para que pudiera tocar.
A medida que su fama iba en aumento, TW empezó a tocar en otros locales de San Diego.

La mayoría de los músicos de San Diego se contentaban con quedarse donde estaban y gozar del reconocimiento local. Jack Tempchin fue uno de los pocos que se propuso buscar el éxito mas allá de la ciudad.

Durante un tiempo Tempchin viajaba con frecuencia a Los Angeles para tocar en el Trobadour. Las veladas para nuevos talentos tenían lugar los lunes por la noche en el club. Allí los intérpretes pondrían sus esperanzas en triunfar y lograr que un manager o cazatalentos de alguna compañía se fijara en ellos.

Waits siguió el ejemplo de su amigo Tempchin y se presento en las sesiones de nuevos talentos del Troubador, para ello Tom se levantaba a las cinco de la mañana para tomar el autobús de Greyhound que salía de San Diego a las seis.

Una vez en el Troubador debía hacer cola durante horas hasta que salía el “Hootmaster” del club que seleccionaba a los que obtendrían uno de los pocos puestos disponibles.
Si tenia suerte, Waits conseguiría cantar tres o cuatro canciones ante los pocos espectadores que quedaban, antes de salir corriendo a tomar el autobús de madrugada de regreso a San Diego.

viernes, 23 de diciembre de 2011

NAPOLEONE PIZZA HOUSE

"Pensé que la escuela secundaria era una broma, me fui a la escuela de Napoleone" (TW)



Tras la separación de sus padres, Tom en cierto modo, tuvo que ocuparse de su madre y hermanas. Trabajó como camarero, empleado en una joyería, conductor de taxi y de camiones de helados, vendedor de enciclopedias, hasta cambió ruedas en una gasolinera. Pero su trabajo mas estable fue en “Napoleone´s Pizza House”.


Sal Crivello, copropietario junto a Joe Sardo del Napoleone (que todavía dirigen el lugar) recuerda: “comenzo cuando todavía estaba en la secundaria, a la edad de 16 años. Al principio era tímido pero creo que porque era jóven.


Lavaba platos, servia la mesa, hacia recados, era el chico que hacía de todo hasta pasar a ser cocinero. Era un trabajador estupendo, hacía buenas pizzas”.

“Tom estaba haciendo canciones, tocaba en clubes, cafes y cosas asi, nos contaba esas cosas mientras estabamos trabajando. Yo lo vi ir en esa direccion, tenia talento pero nunca imagine que sería tan grande”.

En la actualidad, en la pared sobre la maquina de discos hay una fotografía de Sal y Tom sentados en un reservado del restaurante, tomada el 23 de noviembre de 2002.

Crivello: “seguimos siendo amigos, de vez en cuando pasa por aquí a saludar”, con los años el Napoleón se convirtió en un lugar de peregrinación para los fans de Tom Waits…

Lo mejor de todo era el Juckeboks del Napoleone, la musica de Ray Charles o Patsy Cline trasladaba a Waits desde la cocina a un sublime espacio de emociones del que se sentia que formaba parte.

Pero Napoleone no fue el unico lugar donde Tom escuchaba disimuladamente las conversaciones triviales de la gente, tambien frecuentaba Rudford´s, un restaurante popular de San Diego abierto las 24 horas, donde camareras vulgares servian hamburguesas de dudosa calidad a conductores de ambulancia, taxistas y barrenderos que pasaban ahí las primeras horas de la madrugada.



Alli Waits escuchaba, observaba y anotaba frases o fragmentos de conversaciones en servilletas.
Esos personajes poblaban su imaginación y mas tarde aparecerían en sus canciones.

Waits nunca olvidaria Napoleone, sabia que la interpretación era su destino pero todavía no veia el modo.

domingo, 18 de diciembre de 2011

CRECER NO ES FACIL


Nació el 7 de diciembre de 1949 con 3 kilos, 200 gramos, en Pomona, Los Angeles, California, EE.UU. Fue el segundo de tres hijos, un varón en medio de   dos niñas. Sus padres eran maestros.
Mientras Alma (su madre) ofrecía a la familia cierta seguridad y coherencia, Frank (su padre) ejercía como profesor de español en escuelas, pero también era un bebedor empedernido que frecuentaba regularmente los bares locales.

Ambos progenitores eran apasionados por la música. Frank tocaba la guitarra para cantar clásicos populares, nanas irlandesas y canciones mexicanas y le enseñaba a Tom a tocar el ukelele.
Los gustos del pequeño Waits se inclinaban más hacia Gershwin y Jerome Kern que hacia Little Richard y la idea de ser artista surge pronto, ya que las alternativas como albañil, taxista o zapatero le parecían deprimentes.

Frank Waits abandona la casa cuando Tom tenía 10 años, para él fue como si la familia hubiese chocado contra la pared. Alma decide que la familia debía marcharse de Los Angeles y se mudan a un suburbio de San Diego cercano a la frontera con México, llamado Chula Vista.

De adolescente Tom Waits no era muy centrado, su comportamiento era el típico del de hijo de padres separados… “demasiados maestros y predicadores hay en mi familia” diría Waits en 1987 y seguía recordando cuando a los 14 descubrí los donuts, los cigarrillos y el café, se acabó eso de ir a la iglesia y mi madre me dijo: no te olvides que no hay nada que el diablo odie mas que un cristiano que canta”.

Finalmente Alma conoció un hombre y se caso, lo que no debió ser nada fácil de digerir para aquel Tom adolescente. Jim era el nombre de aquel señor, un agente inmobiliario que según Waits, había trabajado de manager para el guitarrista Duane Eddy y aún conservaba su guitarra.

Tom se sentía cada vez menos a gusto en casa de su madre y se escapaba del mundo viendo películas en el cine Globe de su ciudad.
Además de la música, el cine y la tv, Tom se encerraba cada vez más en los libros. Su obsesión por Dylan lo llevó indirectamente a los escritores beat de la década del 50: Jack Kerouac y Allen Ginsberg.
 
Recuerda Waits: "al crecer sin padre, siempre estaba buscando una figura paterna, y esos tipos se convirtieron en eso, una especie de padres.”

Waits sabia que su futuro estaba fuera, lejos de San Diego, pero antes tenia que encontrar un trabajo….


Photo Cube

sábado, 17 de diciembre de 2011

A MODO DE PROLOGO

Durante décadas Tom Waits ha jugado con los medios de comunicación al juego de ocultarse tras la imagen pública que exhibe. 

“No se si la sinceridad es importante en el mundo del espectáculo –dice TW- A la gente no le importa si estás contando la verdad o no, solo quiere que les digas algo que no sepan…”

  
Waits es la antiestrella que se niega a vivir de acuerdo con el guión del pecado y la redención que la cultura de los famosos impone.

Generalmente Waits se ha prestado a ser entrevistado para promocionar el último álbum de turno, sin embargo durante casi 40 años se las ha arreglado para ocultarse tras una cortina de humor y destreza verbal.


“Cuanta menos información des al publico, mas quieren saber.
No les des mucho y mantendrán el interés”.


“El publico es un animal salvaje, conviene no alimentarlo demasiado” (TW)


Del Libro "LA COZ CANTANTE", Barney Hoskyns